• Taladros sin cable de una única velocidad. Es el más simple de los modelos. Habitualmente también el más ecónomico que se puede encontrar.
• Taladros de bateria de dos velocidades. Normalmente funciona a 300 y 800 rpm. Sirven tanto para hacer agujeros como apretar tornillos.
• Taladros de velocidad variable. En este tipo de taladros inalámbricos el usuario puede controlar la velocidad según sus necesidades, desde cero hasta el máximo de revoluciones por minuto.
¿Qué importancia tiene la velocidad en los taladros sin cable?
La respuesta habitual a este tipo de preguntas podría ser algo así como: “Dependerá de tus necesidades”. En realidad es fácil predecir nuestras necesidades de bricolaje a corto plazo. Sin embargo a medio y largo plazo estas necesidades pueden ser completamente impredecibles. Cuando compras un taladro inalámbrico lo más probable es que te dure mucho tiempo. Desde este punto de vista un taladro sin cable con velocidad variable es la mejor opción ya que te permite ajustar la velocidad según el trabajo que estés realizando.
¿Existe una solución óptima ?
Para muchas de las tareas de perforación sobre distintos materiales un taladro de velocidad variable es esencial. En realidad cuanto más amplio sea el rango de velocidades disponible, mejor rendimiento tendremos. Entre las ventajas que ofrece un taladro de velocidad variable podemos destacar:
• Permite realizar agujeros en cualquier tipo de materiales.
• Es perfectamente apropiado para taladrar materiales muy frágiles como el vidrio, azulejos o mármol. Para una mayor calidad de perforación sobre estos materiales se recomienda aumentar la velocidad del taladro progresivamente.
• Podemos ajustar la velocidad del taladro inalámbrico al diámetro del agujero a realizar. Baja velocidad para agujeros de mayor diámetro, mayor velocidad para agujeros más pequeños.
• Nos facilita también la perforación en materiales de mayor dureza.